domingo, 13 de marzo de 2011

Destino oculto

El carismático político David Norris (Matt Damon) está a punto de ser elegido senador cuando conoce a la preciosa bailarina de ballet contemporáneo Elise Sellas (Emily Blunt), una mujer diferente a todas las que ha conocido hasta ahora. Se da cuenta de que se está enamorando de ella y descubre que unos extraños hacen todo lo posible para impedirlo.
David no tarda en entender que debe luchar contra el mismo Destino, los hombres del Departamento de Ajuste usarán todo su poder, que es considerable, para que David y Elise no compartan su vida. Deberá escoger entre dejar que Elise se vaya y seguir el camino predestinado, o arriesgarlo todo desafiando al Destino para estar con ella.
Una película que me ha producido sensaciones contradictorias, tanto buenas como malas, aunque más de las segundas que de las primeras. Tiene como puntos a favor el tema que plantea (típico tópico de "¿Se puede cambiar el destino?") de una forma bastante original, y por otro lado que es entretenida, manteniendo al espectador atento y despierto, aunque sea por curiosidad ante lo que puede pasar. Tiene como puntos en contra lo mal que maneja el tema que plantea y lo decepcionado que deja al final al espectador, que se encuentra con que no pasa nada. Nada excepto un final repentino sacado de la manga, claro. Y poco más que decir, a parte de la trama, que es escasa y poco creíble, ya que cualquier cosa puede ocurrir de cualquier forma.

Conclusión: bien para ver en casa, mal para ver en cine.

1 comentario:

  1. Correcto, sería una típica película que ver un sábado después de comer.
    P.D. Quita lo de aprobación de los comentarios, censuradora! =P

    ResponderEliminar